A continuación te presentamos algunos de los efectos que tendría el Brexit en el e-commerce de Europa:
La consecuencia más clara del Brexit será el regreso de los impuestos aduanales y los impuestos sobre el valor añadido a la importación. Las compras entre el Reino Unido y el resto de la Unión Europea restarían atractivo para los consumidores. Esto sin contar con la burocracia involucrada que complicaría más las cosas.
El aumento de los costos de operación será especialmente negativo para los pequeños comercios electrónicos. Además de ser perjudicial para empresas en ambos territorios, el daño será mayor para las empresas inglesas al perder competitividad frente al resto de los países europeos.
Se podría perder la capacidad de operar en el resto de Europa si no adecuan su legislación. Nuevamente la burocracia, los comercios electrónicos tendrá que cumplir la legislación interna del Reino Unido y la de la Unión Europea cuando operen fuera del territorio inglés, y en caso de que existan diferencias, esto supondría costos añadidos administrativos.
Las políticas de tratamiento de datos en la Unión Europea son estrictas. Por ejemplo, Bélgica exige al resto de los países que recogen datos en su territorio que realicen un tratamiento específico de los mismos.
Reino Unido podría, de manera similar a Noruega, adaptarse a la legislación europea y seguir sus propias directrices para mantener acuerdos con la Unión Europea. Independientemente a estas cuestiones, existe la posibilidad de que el Reino Unido establezca una legislación propia en materia de protección de datos, suponiendo un problema para el resto de países europeos.
En el mejor de los casos, el Reino Unido podría optar por firmar un acuerdo de libre comercio y adherirse al Espacio Económico Europeo como lo han hecho varios países que no pertenecen a la Unión Europea.
En caso de que el Reino Unido no se adapte a las normas de la Unión Europea perdería gran parte de su mercado exterior y sus relaciones comerciales con el resto del Continente, afectaría gravemente a su economía y viceversa.
Fuente: Sophia Digital
